Iberdrola anunció una inversión de hasta 5.000 millones de dólares en México para los próximos cinco años. La empresa española de energía ha señalado que este año empezará la construcción de tres nuevas plantas tras reunirse con Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La compañía espera que los proyectos generen 450 puestos de trabajo directos, 2.500 indirectos y 100 puestos de trabajo para jóvenes becarios, que se suman a los 25.000 empleos que ha creado la firma en los últimos cinco años.

“Estamos firmemente comprometidos con el desarrollo energético y económico de México, el fortalecimiento de su sector industrial y la generación de empleo de calidad, siempre a través de las fuentes de energía más eficientes y limpias”, ha asegurado Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. La compañía ha afirmado en un comunicado que confía en el contexto económico del país latinoamericano para ampliar sus inversiones hasta 2024.

Tuxpan, en el Estado oriental de Veracruz, albergará una planta de ciclo combinado; San Juan del Río, en el Estado de Querétaro (centro del país), será la sede de una planta de cogeneración, y en Puebla (a 120 kilómetros de Ciudad de México) se abrirá un parque fotovoltaico. La inversión contemplada para estas tres plantas será de 1.000 millones de dólares. Iberdrola calcula, además, que realizará compras a la industria mexicana por más de 3.000 millones de dólares para arrancar con estos proyectos.

Romo, que también preside el Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, una oficina de enlace entre el Gobierno mexicano y los inversores privados, ha dicho que espera que estas nuevas inversiones detonen crecimiento económico y bienestar para el país. “Esta inversión refleja la confianza que tienen los inversionistas en nuestro país, lo que se traduce en mayor bienestar para los que menos tienen”, ha añadido.

Tras el anuncio, la compañía ha dicho que espera que estos nuevos proyectos ayuden a hacer frente a una creciente demanda energética en México, la segunda economía latinoamericana, con una potencia instalada de 1.500 megavatios. Iberdrola ha subrayado que busca apuntalar su presencia en el país, donde ha operado desde hace 20 años.

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